¿Eres de los que aman rodearse de naturaleza y espacios verdes? Si es así, seguramente tengas en tu jardín o cerca de casa algún árbol bajo el que sentarte para disfrutar de su sombra y del frescor en los días más calurosos.
Tener árboles en casa es un regalo, pero no debemos olvidar que también necesitan cuidados. Uno de los más importantes es la poda, que consiste en quitar una parte del árbol para ayudar a controlar su tamaño, regular la cantidad de flores y frutos y, sobre todo, mejorar su salud. Si tienes un árbol descontrolado en casa y no sabes por dónde empezar, presta atención a estos consejos para podar tu árbol correctamente. ¡Empezamos!
Elige las herramientas adecuadas
Antes de elegir las herramientas que utilizarás, asegúrate de que están bien afiladas y realizan un corte limpio y directo. De esta manera, evitarás dañar la rama y que se desgarre.
Recuerda que lo principal es la seguridad, por lo que deberías utilizar gafas protectoras y guantes. Igualmente, si quieres podar un árbol con mucha altura, necesitarás escaleras o elementos que te eleven y, por supuesto, un casco para proteger la cabeza.
Entre las herramientas por las que puedes optar, te recomendamos un arco tronzador, que podrás utilizar para eliminar troncos o las ramas más gruesas, un serrucho de poda para las ramas de más de 3cm de diámetro y tijeras de corte deslizante. Estas pueden ser de una mano (para cortes de hasta 2cm de diámetro) o de dos manos (para cortes de hasta 3cm de diámetro).
Una vez que termines de utilizarlas, tendrás que limpiarlas y desinfectarlas para evitar transmitir enfermedades de unas plantas a otras. Además, no olvides lubricarlas para conservarlas correctamente y asegurar un buen funcionamiento la próxima vez que las necesites.
¿Cuándo hay que podar?
En primer lugar, te recomendamos informarte sobre la última poda que se realizó al árbol, así como de las características y las mejores condiciones de poda para la especie.
Por lo general, las podas son de mayo a agosto-septiembre, aunque tenemos que tener en cuenta el frío, la zona y las heladas. Es importante saber cómo se comporta la planta frente al frío: si nota mucho las bajas temperaturas, deberemos podar más tarde, ya que el frío puede afectar a los cortes y al interior del árbol. En resumen, lo mejor es esperar al final de las heladas.
Por el contrario, en zonas costeras o que no sufren heladas, una buena época de poda es mayo.

Tipos de poda
Existen diferentes tipos de poda, según las necesidades del árbol y el objetivo que queramos conseguir.
Por un lado, la poda de formación suele realizarse a árboles más jóvenes para guiarles durante su crecimiento, de manera que acaben desarrollando la estructura deseada. Para ello, se desechan algunas ramas y se priorizan otras, que serán las ramas principales que formarán el esqueleto del árbol.
Por otro lado, la poda de rejuvenecimiento tiene como objetivo sanear un árbol ya crecido, quitando ramas rotas, enfermas o brotes no deseados. Además, ayuda a futuras ramas a crecer. Este tipo de poda también se realiza para quitar altura al árbol.
Por último, la poda de fructificación busca mejorar y optimizar el desarrollo de brotes y yemas en flor. Así, se consigue un equilibrio entre la cantidad de hojas y la cantidad de frutos.
Aprende la técnica adecuada
Antes de comenzar a podar, imagina la forma que quieres que tenga tu árbol para visualizar qué ramas deberías retirar. Observa cuáles son las ramas principales y las secundarias, teniendo en cuenta que, a no ser que estén muy dañadas, nunca debes cortar las ramas principales. De hacerlo, podrías dañar la estructura del árbol.
Cuando vamos a podar, no basta con realizar cualquier tipo de corte, ya que podríamos hacer un mal corte que dañe la planta o que no la permita desarrollarse bien en el futuro. Para hacer un corte perfecto en una rama, debemos hacerlo a un centímetro de distancia sobre la yema o brote que queremos que crezca, con una ligera inclinación.
Por otro lado, cuando realices un corte en las ramas más gruesas, hazlo de manera que puedan cicatrizar de manera óptima. Recuerda empezar por las ramas que estén viejas o enfermas, así como por aquellas partes en las que haya un exceso de ramas. ¿Un último consejo? Nunca podes más del 25% de las ramas del árbol, ya que dejarás demasiado expuesta la corteza y el árbol podría sufrir, contraer alguna enfermedad u hongo.

¿Y si son árboles frutales?
Como te comentamos anteriormente, podar árboles frutales tiene como objetivo favorecer la fructificación. A través de la poda conseguiremos modificar las corrientes de savia de las ramas. A la hora de podar un árbol frutal, tenemos que diferenciar si es un árbol de pepitas (por ejemplo, el manzano o la vid) o de hueso (cerezo, olivos, melocotoneros, etc.). En el caso de los árboles de pepitas, lo mejor es realizar la poda cuando los árboles no tienen hojas (meses más cercanos a invierno), mientras que para los árboles de hueso es mejor podar cuando tienen hojas y el verano está finalizando, ya que esto ayudará a que cicatricen mejor.
Ahora ya tienes los conocimientos necesarios para podar tu árbol así que… ¡manos a la obra! ¿No te atreves o no tienes las herramientas necesarias? ¡Déjaselo a un experto! En timbrit puedes contactar con un jardinero profesional, especializado en la poda de árboles y podas en altura en Santiago. Así pondrás en las mejores manos a tus árboles, garantizarás las condiciones de seguridad más óptimas y conseguirás el mejor resultado.
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